Por Gregorio Moya E.
En Villa Consuelo calles completas están dedicadas al negocio de
recuperación de la basura electrónica. En cualquier lugar de la capital se encuentra
un centro de recolección de baterías, pantallas de computadoras, lavadoras,
estufas, microondas y cualquier electrodoméstico, equipo de oficina o
maquinaria.
El Cazabe, la comunidad donde está el vertedero de Duquesa es todo un
vertedero de basura electrónica, donde se recuperan metales y plásticos, sin la
menor regulación.
Comunidades enteras convertidas en basureros, en la que por esa “fortaleza”
de nuestra economía, el trabajo informal sin ninguna regulación y protección de
los propios trabajadores y comunidades, están expuestos a riesgos de su salud.
Hay que destacar que esta situación es parte de un sistema mundial en la
que, “se utiliza dispositivos más viejos, de vida más corta y generalmente más
contaminantes, pues están menos optimizados para generar un menor impacto al
medio ambiente y además, a estos países no llegan las infraestructuras para
garantizar procesos de recuperación, reciclaje y producción tecnológica menos
dañinos para la salud y más respetuosos con el medioambiente, como dice
elsaltodiario (https://www.elsaltodiario.com/mapas/tecno-colonialismo).
Las autoridades municipales no se han enterado de esta situación.
Lamentablemente, las comunidades sumidas en la falta de empleo decente se ven
obligadas a recurrir a este tipo de emprendimientos insalubres.
Hay que tomar medidas desde las comunidades para enfrentar estos riesgos
a la salud de los trabajadores y la población en general, porque de arriba no
hay nada que esperar.
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