miércoles, 5 de marzo de 2025

8 de marzo: Un llamado contra la violencia laboral hacia las mujeres

Por Gregorio Moya E.


El 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer, adoptado por la Asamblea General de Naciones Unidas. Es un momento para reflexionar sobre los avances en materia de igualdad, impulsar los cambios necesario, y reconocer la determinación de las mujeres que han jugado un papel clave en la historia de los países y sus localidades. La conmoración del 8 de marzo tiene como objetivos prioritarios son promover la igualdad de género, el empoderamiento de las mujeres y la eliminación de la discriminación contra la mujer para conseguir su plena participación en la sociedad en las mismas condiciones que los hombres.

El 8 de marzo conmemora la lucha de la mujer trabajadora. El hecho histórico que resultó realmente más significativo en el mes de marzo de 1911, fue el incendio de la fábrica Triangle en Nueva York, donde perecieron más de 140 mujeres. Fue relevante que, el 8 de marzo de 1917, las amas de casa rusas provocaron revueltas para pedir el fin de la guerra y poder tener alimentos. A partir de ese año, los países comenzaron a instaurar este día hasta que, en 1975, la ONU declaró oficialmente el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer.

En condiciones similares, en República Dominicana, en la empresa POLYPLAS, un incendio cobró la vida de 6 hombres y 2 mujeres, una de las cuales narró minutos previos cómo estaba atrapada y no podía salir. Aunque no se ha establecido qué lo impedía, es evidente que el régimen laboral dominicano fue responsable de estas muertes. Estos casos deben tipificarse como violencia en el trabajo que sufren los obreros y empleados en nuestro país.

El acoso y la violencia son flagelos que sufren las mujeres de manera generalizada y cotidiana. Según la Encuesta Experimental sobre la Situación de las Mujeres (ENESIM-2018), más del 95% de las mujeres en República Dominicana identifican sus espacios laborales como escenarios de violencia o acoso.

Se conoce el caso de Paula Santana, encontrada muerta con signos de violencia física y sexual, y quien había presentado una queja por acoso en la empresa de zona franca donde laboraba, pero no se le prestó atención, resultando en su violación y asesinato. El caso ha sido archivado por un tribunal con el apoyo del ministerio público.

Aunque se puede entender que se archiva el caso frente a los acusados ​​por falta de pruebas, lo que no puede pasar es que se cierre el caso sin que las autoridades policiales y el ministerio público, que suelen ser muy eficientes cuando les interesa, cumplan su rol de investigar exhaustivamente.

Este 8 de marzo también hay que reclamar justicia para Paula Santana, exigiendo que las autoridades cumplan su deber de investigar y llevar a la justicia a los culpables de la muerte de esta mujer obrera, trabajadora y, al decir de su familia, una mujer noble.

Justicia para todas las mujeres que son víctimas de un sistema patriarcal, explotador y negador de la dignidad de las mujeres, y sobre todo, de las mujeres trabajadoras, que son más explotadas y empobrecidas por este sistema económico y social de capitalismo dependiente que sufrimos.

El pueblo dominicano tiene en su historia una tradición de lucha de sus mujeres, desde los tiempos de la colonización española, pasando por la resistencia a todas las invasiones coloniales, a los rigores del patriarcado, funcional al colonialismo y al capitalismo dependiente. En esa tradición de lucha de la mujer es que se sustenta el futuro promisorio de libertad, dignidad y bienestar del pueblo dominicano.


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