Desescalada mal preparados
Por Gregorio Moya E.
La apertura gradual de la
actividad económica se realiza por parte de las autoridades mal preparadas,
toda vez que el gobierno no sabe a ciencia cierta la dinámica real del
comportamiento de la epidemia.
Lo de San Francisco de Macorís
fue una bomba que le explotó a las autoridades en la cara, y cuando vinieron a
actuar ya la circulación comunitaria fue casi incontrolable, gracias a la
actuación de la sociedad francomacorisana se contuvo la situación, que actuó
con presteza con acciones de reclamo a las autoridades y también con acciones
de solidaridad.
En la capital, en La Ciénega
explota una situación donde de 100 pruebas, 26 fueron positivas, pero luego,
otras pruebas resultaron negativas. Esta incoherencia el gobierno la maneja con
incapacidad y con manus militaris, para
tapar dicha incpacidad.
En Villa Juana, el reconocido
médico cardiólogo e internista Pedro Ureña de 314 pruebas realizadas el domingo
10 de mayo, el 40 % arrojó resultados positivos. En Villas Agrícolas la
situación es similar, así como en otros barrios.
Por otra parte, las denuncias de
desatención y abandono de pacientes en sus hogares es muy grande. Incluso
personas activas, educadas tienen que esperar una y dos semanas para recibir
los resultados de las pruebas, cuando las mismas pueden ser entregadas en 24
horas, pueden ser enviadas a los pacientes por whatsapp o por teléfono.
Las Unidades de atención primaria
están trabajando con más deficiencias que con las que trabajaban antes. La
salud colectiva, esa que es prevención de la salud es un desastre.
El gobierno admite que no tiene
pruebas suficientes. Aunque se han anunciado millones de mascarillas, todavía
vemos en las calles personas con trapos en la cara o mascarillas que no
protegen lo suficiente.
En los comercios y empresas no
vemos medios de rastreos de la pandemia como son termómetros, tampoco se están
realizando cuestionarios a los trabajadores que están siendo activados para
conocer su sintomatología.
El transporte no ha sido
preparado. Vimos las aglomeraciones del metro, el protocolo general y especial,
no hay que lo supervise y lo haga cumplir en el sector económico. Está a la
buena intención de los empresarios, los cuales con la destrucción de sus
inventarios y tejido económico están más preocupados por mantener sus empresas,
y los trabajadores por no poder su empleo.
En fin, estamos haciendo una
reapertura de la economía sin ninguna preparación por parte de las autoridades,
lo cual puede ser causa de un repunte de la epidemia con una curva ascendente,
que podría ser peor.
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