martes, 25 de julio de 2017

Hospitales autogestionarios: barrera para los más pobres

Por Gregorio Moya E.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), en el Informe sobre la salud en el mundo 2010, estableció que “Los sistemas que exigen pagos directos en el momento en que las personas necesitan asistencia (incluyendo las cuotas de usuario y los pagos por medicamentos) impiden a millones de individuos acceder a los servicios y provocan dificultades económicas, incluso empobrecimiento, a otros tantos millones”.

El gobierno dominicano eliminó en la gestión 2012-2016 el pago de cuotas de recuperación en los hospitales públicos considerando que reducían el acceso a uso de los servicios de la población. No obstante, se mantiene el modelo de hospitales autogestionarios, los cuales se basan en que los hospitales son empresas que pueden generar sus fondos o una parte importante de ellos a partir de establecer sistemas de pago a los usuarios, mediante la evaluación económica previa.

Los hospitales autogestionarios son parte de la oferta de salud pública, construidos, equipados y con presupuesto público, pero con una gestión privatizadora, en la que estos compiten entre sí y con los hospitales públicos, en la lógica eufemística de los llamados cuasi mercados en salud, que en “relación con los prestadores públicos, buscan introducir competencia en el ámbito público mediante la separación de funciones” (Sojo, 2001). En nuestro país se estableció un sistema de universal y solidario como en Colombia, con competencia de mercado, lo cual es un contrasentido.

De manera que, la variable financiera pasa a jugar un papel fundamental en la gestión de los servicios hospitalarios. De ahí que, la preocupación por servicios de calidad en salud, eficacia de las atenciones va dejando un espacio mayor a los ingresos financieros. Por ello, estos centros de atención, prefieren atender a la población que puede pagar.

Los hospitales autogestionarios prefieren a los usuarios con seguros porque los mismos aseguran un retorno financiero, al igual que las personas que por sus ingresos pueden realizar pagos directos.
Y es que siempre los usuarios de los hospitales autogestionarios deben realizar pagos directos. Esta es una ley, que la gente pague como sea.

Es por ello que este modelo de hospitales autogestionarios constituye una barrera de acceso y uso de los servicios de atención en salud para los más pobres. La lucha por un sistema de salud eminentemente público se pone sobre el tapete, porque las promesas neoliberales de que el mercado como ordenador eficiente superaba lo público ha quedado evidenciado en sus incoherencias internas y en su desempeño y resultados, para utilizar conceptos muy caros para el propio enfoque neoliberal.


Porque como dice la OMS en su informe de 2010, a nivel mundial, estamos muy lejos de lograr la cobertura sanitaria universal. En República Dominicana esta es una verdad al canto, la cobertura es muy limitada e inequitativa, y el modelo de hospitales autogestionarios es un factor que profundiza la brecha de atención que sufre la población.